Los arándanos se procesan a partir de materia prima fresca, limpia y sana, de textura firme y buen color, de acuerdo con las características de la especie, libres de materias extrañas y restos vegetales. Los arándanos se cosechan y se transportan a la planta inmediatamente para ser enfriados y lavados. Luego, con el proceso de congelación buscamos mantener intactas las características de la fruta, en su sabor, olor y color. Finalmente, el producto es empaquetado y almacenado a -20.